martes, 20 de marzo de 2012

LOS TRABAJADORES COMO AMENAZA CREÍBLE FRENTE AL CAPITAL

Los denominados “años buenos” para el Estado del Bienestar y los derechos de los trabajadores fueron los comprendidos entre 1946 y 1975, curiosamente, años en los que los españoles vivíamos sometidos por una dictadura que ha provocado un retraso social, económico, cultural y productivo que hoy nos pasa más factura que a otros países de nuestro entorno.

El Estado del Bienestar, y por tanto el aumento de los derechos de las clases populares en el mundo industrializado, comenzó cuando los trabajadores empezaron a representar una seria amenaza para los intereses capitalistas. Este “miedo” de los poderes económicos y políticos queda representado en la frase que Dwight Eisenhower escribió en 1954: “Si algún partido político intentase abolir la seguridad social, el seguro de desempleo, y eliminar las leyes del trabajo y los programas agrarios, no volverías a oír hablar nunca más de ese partido político. Por supuesto que hay un minúsculo grupo que supone que se pueden hacer esas cosas, sobre todo de entre los hombres de negocios. Pero su número es desdeñable y son estúpidos”.

¿Cuándo y cómo empezó a cambiar todo? ¿En que momento los que creían que todas esas cosas podían hacerse se convirtieron en mayoría frente a los que pensaban como Eisenhower? En 1971, y en el seno de una comisión mundial del comercio, se advertió sobre el avance de las ideas contrarias al “sistema de libre empresa”, y se propuso una campaña para combatirlas, sobre todo en el terreno de la educación. Un empresario dijo: “Pero no deberíamos desechar la acción política mientras aguardamos el cambio gradual en la opinión pública, que debe lograrse a través de la educación y la información. El mundo de los negocios debe aprender la lección. La lección de que el poder político es necesario; que este poder debe ser asiduamente cultivado y que, cuando sea necesario, debe ser utilizado agresivamente y con determinación”.

La educación, la utilización del lenguaje y los medios de comunicación, han sido los arietes con los que los poderes económicos han derribado las barreras mentales de la clase trabajadora, y por tanto nuestra fuerza.

Combatir todo esto es lo que nos permitirá ver la luz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario