martes, 27 de julio de 2010

REFORMA DE LA NEGOCIACIÓN COLECTIVA EN ESPAÑA ¿A QUIÉN LE INTERESA?


Obviamente no quiero decir que no le interese a nadie. La cuestión es, ¿qué tipo de reforma proponen los sindicatos mayoritarios y cual es la que pone encima de la mesa la gran patronal española?

Puede entenderse que los sindicatos buscan acabar con los vacíos existentes en la cobertura de colectivos completos por la negociación colectiva. La actual legislación española es bastante restrictiva y, en la práctica, supone la imposibilidad de millones de trabajadores por cuenta ajena de regise por algo que no sean las leyes de derecho mínimo necesario. No es que tengan que, necesariamente, existir asociaciones empresariales sectoriales (estatales, de comunidad autónoma o provinciales) para que quepa la posibilidad de negociar un convenio colectivo, es que para que pueda suscribirse un acuerdo de eficacia "erga omnes", es decir, de eficacia general, esa o esas asociaciones empresariales deben representar, al menos, el cicuenta por ciento de las empresas del sector y en el ámbito que se trate, que a su vez empleen al cincuanta por ciento de los trabajadores. En muchos caso, el primer presupuesto impide, de hecho, negociar cualquier convenio colectivo de ámbito superior al de la empresa. El segundo presupuesto lo hace, en muchas ocasiones, imposible. Parece obvio para alguien mínimamente puesto en la materia, que las fórmulas de extensión de convenios colectivos, es decir, aplicar por mandato de terceros un convenio colectivo provincial o autonómico en plaza distinta de la que se negoció, es poco afectiva, no solo por las cautelas y presupuestos que deben darse para que tal circunstancia suceda, sino porque en muchas ocasiones, y una vez iniciado sindicalemnte el expediente de extensión, aparecen asociaciones empresariales "durmientes" que se erigen en legítimos representantes de los intereses empresariales del sector concreto. Ello provoca, por definición, que ese tercero que debe fallar sobre la extensión o no, instan a los iniciadores del procedimeinto a negociar con esa asociación empresarial, entendiendo que la vía de la extensión del convenio colectivo no procede por poderse producir una negociación real. Lo cierto es que eso casi nunca se produce, existe deber de negociar pero no de llegar a un acuerdo, por lo que queda cercenada la posibilidad de cubrir un vacío convencional por decisión administrativa y la de firmar un convenio colectivo en condiciones, salvo en los casos en los que le empuje sindical y de los trabajadores lo provoca.

Este desolador panorama, muy útil para la clase empresarial, es el que entiendo que los sindicatos quieren modificar pero, ¿en qué sentido?

Lo que parece que queda meridianamente claro es que la reforma de la negociación colectiva pasa por llevarla más aún al ámbito de cada empresa, dónde el dueño tiene un control más efectivo sobre los trabajadores e incluso sobre la representación legal de éstos. Parece lógico también que busquen incluso poner más trabas al nacimiento de nuevos convenios colectivos sectoriales, en sus tres modalidades territoriales, y que piensen en la oportunidad de cercenar la negociación colectiva que esté vencida. No es ningún descubrimiento que los empresarios buscan la individualización extrema de las relaciones laborales y que, su fin último, sería que no existise ningún marco regulador garantista y colectivo.

La reforma laboral, pendiente de su concrección definitiva, ya ha allanado el camino a los empresarios notablemente, pero los empresarios (el Capital), quieren más. Las relaciones laborales pueden aún llevarse a niveles de principios del siglo XX. De hecho, todo indica a que avanzamos hacia ello. Que duda cabe que la reforma de la negociación colectiva es una pata de una gran importancia, pese al desconocimiento general de ese hecho por la mayoría de los asalariados españoles, y una de esos pilares que faltan, para el Capital, por caer.

viernes, 23 de julio de 2010

SE HAN QUITADO LA CARETA


Por fín. Los grupos parlamentarios PP y CiU han presentado las enmiendas parciales al Real Decreto Ley 10/2010, de 16 de junio, de medidas urgentes para la reforma del mercado de trabajo. Ya estamos viendo por qué el principal partido de la oposición negaba las bondades de la reforma. Para ellos, como para la CEOE, la reforma laboral se ha quedado corta. Una reforma laboral que no da la puntilla definitiva a las normas laborales de derecho mínimo necesario no sirve. Se trataría, según ellos, de aprovechar la coyuntura económica, la apatía de la Izquierda y el miedo insuperable de la clase trabajadora para incluso atentar contra derechos fundamentales como el derecho de huelga.
Bien sabe el lobbie PP-CEOE que el ejercicio del derecho de huelga no es un problema fundamental, y que cercenarlo ni favorece la creación de empleo ni la actividad económica. ¿Es que alguien puede sostener lo contrario? La huelga, precísamente por asuencia de regulación clara y garantista para los trabajadores (no olvidemos que se regula por un decreto preconstitucional que fue anulado en gran parte por el tribunal que interpreta la Carta Magna), es un instrumento infrautilizado. Las razones son claras. La apatía, la incultura y el miedo insuperable de la clase trabajadora en España, junto con una alarmante falta de empuje en muchas estructuras sindicales y dentro de la representación legal de los trabajadores. La indefinición jurídica, o la interpretación torticera y sesgada de los empresarios y poderes públicos, del concepto "servicio esencial para la comunidad" nos lleva a abusos indecentes. Prácticamente en cualquier huelga que se convoca que afecta directa o indirectamente a un servicio público, aunque no sea esencial para la comunidad, apercen los servicios mínimos, y no lo hacen precísamente para minimizar el impacto que la huelga puede tener en la Sociedad, sino para de facto destruir sus efectos. ¿No es esto extremadamente grave? ¿No es grave que nadie ponga el grito en el cielo hablando de un ataque grave, medido y sistemático contra un derecho fundamental? Se gasta más saliva y más papel en hablar de otros derechos fundamentales (libertad de información, de credo, protección al honor, a la intimidad,...), que a debatir sobre la planificación antidemocrática, y practicada por empresarios y administraciones, de destrucción del derecho fundamental de huelga.
Se trata, en suma, de que ni eso puedan hacer los trabajadores. Que el deber de negociar, no de llegar a un acuerdo, que impera en la negociación colectiva, se lleve hasta sus últimas consecuencias, incluso cuando se plantean cesión de derechos para los trabajadores. Y que, por supuesto, cuando se llega a ese punto, los trabajadores no puedan sino firmar cualquier cosa para obtener, de una parte, el reparto de las migajas del "amo" a cambio de algún derecho consolidado.
El partido de los trabajadores ha hablado.

miércoles, 21 de julio de 2010

LA REFORMA DE LAS CAJAS DE AHORRO


Otra vez. De nuevo el Capitalismo sale vencedor en otra batalla. El Gobierno de España, con la UE aplaudiendo, abre las cajas de ahorro españolas a los tiburones y a los especuladores, los mismo que nos han sumido en una gran crisis económica, social y de valores.

Ni el Capital ni los gobiernos súbditos podían aguantar más, y no es que hayan buscado como excusa la crisis financiera, el aumento en España de los créditos de difícil cobro, el pinchazo de la burbuja inmobiliaria. Es que esto, la destrucción de la naturaleza jurídica de las cajas de ahorro, también estaba orquestado.

Y es que, si no fuera por lo serias que son según que cosas, debería entrar la risa. Para no llamar "acciones" a los títulos de participación en las cajas de ahorro, les llaman "cuotas participativas". También dicen, cínicamente, que no se privatizan las cajas. También dicen que no se compromete la inversión en la obra social. También dicen que el empleo no peligra. También dicen que las condiciones laborales en el sector no se degradarán. También dicen que es bueno que las cajas de ahorro españolas se despoliticen. Dicen y dicen, y mienten y mienten.

Las cajas de ahorro se privatizan, es un hecho que no admite discusión dialéctica. Es más, esa privatización es empujada a través de los impuestos de los ciudadanos, es decir, el Fondo de Reordenación Bancaria (FROB). El empleo peligra. La BBK, como sabemos, se ha hecho con el control (por cierto, maniobra política) de Caja Sur. Pues bien, la cúpula de BBK ya ha dicho que la plantilla de Caja Sur está sobredimensionada. Las condiciones laborales del sector se degradarán y se acabará con uno de los pocos nichos de empleo de calidad que existe en España. El Sistema Institucional de Protección (SIP), un auténtico invento, va a permitir que un buen número de trabajadores de las cajas de ahorro pasen a ser empleados por una empresa (un SIP), que no será una caja de ahorros, por lo que el convenio colectivo aplicable a los trabajadores no será el del sector. Será otro. El de banca, oficinas y despachos. ¿Quien sabe? Desde luego la brecha entre los derechos de los trabajadores presentes y los futuros será brutal. La obra social peligra pues, ¿tiene algún interés la obra social para el Capital? ¿Que necesidad y qué interés tendrán en sostenerla? Las cajas de ahorro se despolitizan, bien es cierto. Pero, ¿por qué se llega a la conclusión de que es positivo? Históricamente las cajas de ahorro han permitido financiar proyectos que, desde el punto de vista económico, no eran rentables para los bancos, pero que tenían un alto interés y valor social. Ahí han entrado las cajas de ahorro, y en ese sentido su politización ha sido positiva.

En fin, enhorabuena a los capitalistas, y de nuevo de luto la izquierda y los trabajadores.

miércoles, 14 de julio de 2010


COMUNICACIÓN

Es la hora. Los sindicatos mayoritarios UGT y CC.OO. han convocado huelga general para el 29 de septiembre de 2010. Para cualquier ciudadano que comparta los valores universales de la Izquierda, sobran los motivos. Lo curioso del asunto es que existe un amplio y preocupante desconocimiento de las masas de trabajadores y autónomos dependientes sobre las razones de la huelga general y la ofensiva ultra-liberal que barre el mundo de polo a polo. Y es que, los ciudadanos de izquierdas, nos damos por informados por unos medios de comunicación que solo responden a los inetereses del Capital. Las tertulias en televisión, en menor grado los informativos, en las que ejércitos de trabajadores embobados fijan sus ojos, sirve bien a sus objetivos, denostar y desprestigiar a los últimos bastiones de la lucha obrera tradicional. También lo hacen columnistas que, con su trabajo, contribuyen diariamente a la destrucción de la profesión de informador. Una profesión en la que, para prosperar, escribir en medios de gran tirada, salir en televisión y hablar en las tertulias radiofónicas, hay que perder la dignidad, o gran parte de ella. Hay cientos de buenos profesionales silenciados, recogiendo faxes y mirando correos electrónicos a los que nunca veremos, ni oiremos, ni firmarán columnas. Muchos de ellos se significan o se han significado como defendores de la causa de los trabajadores y han, muchos sabiéndolo, renunciado a su carrera profesional.

¿Que podemos hacer contra esto? Cierto es que la erótica que despliega el Capital es más fuerte que la que puede imprimir el hecho sindical o la defensa de los valores universales, por lo que los periodistas lo suelen tener claro. Además, sus empleadores, se preocupan muy mucho de amenazar, velada y no veladamente, con el despido, con expedientes de regulación de empleo y con cosas aún peores. Es por ello que, una vez que los periodistas tienen instrumentos para canalizar sus inquietudes más nobles, y generalmente no lo hacen, nos debe preocupar como obtiene el ciudadano de Izquierdas la contrainformación, para lo que es clave el uso de internet. También es necesario, hoy más que nunca, la afiliación de los trabajadores como método para obtener esa contrainformacióin, y que los sindicatos se vuelquen en el uso indiscriminado del correo electrónico, de las redes sociales, las páginas web, los blogs, y que todo ello sea una tarea organizativa de primer orden. Es vital y les va la vida en ello.